Las posibilidades son nuevas oportunidades que se abren
frente a nosotros; una buena decisiones, entonces, no es la que nos pone contra
la pared, sino la que abre nuevas perspectivas.
Los riesgos, por parte, tienen que ver con los obstáculos que
podemos enfrentar. Siempre están presentes, y hasta puede decirse que la vida
misma es un riesgo constante. Pero como los riesgos son inevitables, es mejor
reconocerlos y calcularlos.